La jardinería se ha considerado siempre un arte, a veces acompañando a la arquitectura como actividad complementaria de ésta y a veces en solitario, bajo su propia musa inspiradora.
Es por eso por lo que, al igual que a sus hermanas mayores, como la pintura, la escultura o la música, la jardinería también ha pasado por épocas, tendencias y modas.
Los innovadores babilónicos crearon una jardinería elegante que aún disfrutamos hoy
En la antigüedad los babilónicos desarrollaron una jardinería propia, diferente de la egipcia, e introdujeron técnicas y especies que hoy continuamos utilizando. Basta pensar en los jardines de las terrazas y en los jardines verticales o colgantes. Los granados, los albaricoqueros, los melocotoneros y los sauces llorones vinieron de sus manos.
Los clásicos apostaron por la jardinería pública y dejaron técnicas para la posteridad
Roma y Grecia desarrollaron para la posteridad una jardinería pública muy notable, a base de alineaciones de arbolado, espacios públicos donde pasear, aprender o hacer deporte. El esclavo romano que recortaba las plantas para darles forma se llamaba topiario. Esta palabra se asigna actualmente a las técnicas de poda destinadas a dar formas a plantas como el boj, los mirtos y el teucrio azul. Los plátanos para dar sombra de nuestras ciudades y de las alineaciones en las carreteras siguen una moda iniciada en Grecia y Roma.
De la edad media nos llegan los múltiples usos de frutos y hierbas aromáticas
Durante la edad media los jardines se cerraron -Hortus conclusus’- y, debido a la precariedad e inseguridad del momento, se concentraron en la producción de frutos, hierbas aromáticas, medicinales y culinarias. Los actuales jardines - claustro de monasterios, muy presentes en nuestro imaginario, responden a un ajardinamiento de finales del siglo XIX o principios del XX, que no tiene nada que ver con los diseños y finalidades originales.
Los jardines suntuosos, llenos de agua y verdor, surgen en el Renacimiento
Los jardines clásicos arrancan en el Renacimiento, en Florencia y en la Toscana de la mano de familias y riquezas tan conocidas como los Médicis, los Este, los Sforza, los Borgia o los Orsini. Todos buscaban transformar sus fortalezas medievales en palacios de recreo y de ocio. El agua a través de fuentes, canales, cascadas y juegos aparecen entonces para quedarse definitivamente en la jardinería.
El preciosismo del jardín francés del XVII y la rebeldía del jardín inglés del XVIII
Los franceses de la mano de Le Nôtre es una nueva vuelta de tuerca en el sentido de dominio de la naturaleza. Pensad en los parterres de ‘broderie’ con sus complicados dibujos de los que los jardines de Versailles son un claro ejemplo. Más tarde, los ingleses en clara oposición al absolutismo francés de Luís XIV, se propusieron un paisajismo más libre, donde la naturaleza creciera bajo una tutela mucho más sutil y unos diseños más orgánicos y naturales. La línea curva de Capability Brown acaba por desplazar las rectilíneas del siglo XVIII.
Los cottage ingleses del XIX fueron el inicio de la moda de las flores en los jardines
A mediados del siglo XIX, será la pintora Gertrude Jekyll, que estaba perdiendo la vista, la que introducirá el color de las flores en los jardines fuera cual fuera su estilo. Es la moda de los cottage ingleses que podemos disfrutar en muchos jardines rústicos y rurales de la actualidad.
Los movimientos artísticos del siglo XX, los ismos, también aportan cambios a la jardinería
Durante el siglo XX, de la mano de los diferentes ismos artísticos, se propondrán jardines románticos, donde se juega con la imaginación del visitante y se le evocan lugares lejanos y exóticos. También verán la luz los jardines modernistas de la mano del genial Gaudí, los racionales mucho más equilibrados y rectilíneos que los anteriores, o los jardines cubistas como el de la Villa Noialles en Hyères. Más tarde Roberto Burle Marx desarrollará una jardinería abstracta a partir de plantas autóctonas del Brasil marcando nuevas tendencias.
Ya en casa, de una larga lista, podemos citar a Nicolau Rubió y Tudurí como paisajista que, inspirado en los clásicos, recupera la mediterraneidad en la jardinería. Como ejemplo todavía en activo y con más de cuarenta años de profesión, nos gustaría nombrar a Fernando Caruncho que propugna un neoclasicismo minimalista.
El jardín de la actualidad se adapta por completo a cada necesidad y circunstancia
En nuestros días conviven diferentes estilos, ‘tantos como paisajistas’, como decían en la escuela de paisajismo de Versailles, porque la esencia de la formación que ofrecen a sus alumnos es la mejora de la calidad de vida de sus clientes. Se busca dar respuesta a lo que el individuo necesita, desde características más productivas hasta aspectos más culturales y artísticos.
Se entiende que la sociedad actual pida jardines neoclásicos, minimalistas, rurales, colgantes, verticales, de interior, hortícolas, góticos, ecológicos, rústicos, sostenibles, xéricos, secos, orientales, acuáticos, paisajísticos, franceses o barrocos… Además las posibilidades en vegetación y elementos constructivos en nuestros días son amplísimas. Lo más importante es realizar un jardín que nazca de una idea que conecte perfectamente con el cliente, con sus necesidades y las circunstancias que envuelven el espacio en el que se debe proyectar. Si además, este jardín tiene varias lecturas, será mucho más rico y singular, y será único, exclusivo.
La complejidad de un buen diseño
Todos sabemos que no se trata de colocar plantas y de tener criterio en la elección de los materiales: un buen paisajista debe combinar conocimientos de necesidades de plantas, de crecimientos, de riego, de iluminación, de mantenimiento con buen gusto y sensibilidad estética, saber de combinación de colores, formas, texturas, volúmenes, saber potenciar visuales, esconder otras, crear sensaciones… Y todo sin dejar de dar con la idea mágica y esencial que dé coherencia a todo buen diseño.
En greenline, desde nuestra amplia experiencia, y gracias a nuestra continua formación, pensamos que estamos preparados para dar un buen asesoramiento y crear, junto a nuestros clientes, su paraíso ideal.
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Muito bom o artigo….nada complexo muito fácil de compreender parabéns