Tan solo nos quedan unas semanas para disfrutar de la primavera. Cuando menos lo esperemos, el verano habrá vuelto a nuestras vidas. En muchos lugares de España, de hecho, parece haberse colado ya. Temperaturas suaves, cielo azul y sol radiante se convierten en protagonistas de los días y, con ellos, nuestros jardines empiezan a prepararse para ofrecernos sus mejores y más agradables colores y aromas. El verano hace que las plantas nos brinden su mejor cara y que los jardines estén más bonitos que nunca. Sin embargo, para que sea así,
requieren una dedicación y determinados cuidados que debemos empezar a tener en cuenta ya.
¿Cuáles son los cuidados del jardín en verano? La subida de las temperaturas o el aumento de las horas de sol, entre otros aspectos, nos obligan a fijar nuestra atención en aspectos clave del mantenimiento de jardines: las plagas, la limpieza y las podas, el riego, la tierra o el césped.
Controla las plagas del jardín
El desarrollo de plantas y flores y las cálidas temperaturas traen consigo en esta época uno de los grandes enemigos del jardín: las plagas. Para evitarlas, debemos activar nuestros cinco sentidos y revisar nuestras plantas con asiduidad para comprobar que se mantengan sanas. En ocasiones, la invasión de las plagas es inevitable y en esos casos deberemos recurrir a tratamientos específicos contra parásitos. En ese caso,
recuerda: nunca emplees los productos en las horas de calor intenso.
Mantén el césped a punto
Las malas hierbas del césped serán uno de tus dolores de cabeza en esta época. Retirarlas, cortarlo con regularidad, abonarlo y regarlo con mayor intensidad serán los cuidados básicos e imprescindibles que deberás dedicar a tu césped para mantenerlo sano y fuerte. Un pequeño
truco: pese a que tendrás que cortarlo con frecuencia, si aumentas el alto de la cortadora para que se quede más largo, permitirá que haga más sombra en el suelo y que lo mantenga más húmedo y protegido.
Limpia y poda tus plantas
Además de revisar el estado de las plantas, mantenerlas limpias es otra de las tareas que debes incluir en tu rutina de cuidados.
Hacer una limpieza profunda del jardín antes del verano es indispensable para conseguir una estética perfecta pero, además, para favorecer el crecimiento y desarrollo óptimo de nuestras especies. Retira las hojas secas, las partes que estén dañadas o marchitas y poda los setos y arbustos que lo necesiten para eliminar las zonas deterioradas o viejas.
Adapta el riego del jardín
Con el aumento de las temperaturas y las horas de sol, nuestro jardín necesita que aumentemos también la cantidad de agua que recibe.
Necesitará un riego continuo y abundante. Para optimizar el riego, evitar su rápida evaporación y no excedernos en el gasto de agua, deberemos hacerlo en las horas más frescas del día (primeras de la mañana y últimas de la tarde). ¿Lo más recomendable? Optar por el riego automático.
Remueve y nutre la tierra de tus plantas
Una tarea complementaria, perfecta y necesaria a la limpieza del jardín: remover y nutrir la tierra.
Añadir vitaminas y abono enriquecerá nuestras plantas para que crezcan sanas y bonitas. Cuando lo hagas, no te olvides de realizar un riego ligero después.
Muebles de jardín para un mayor disfrute
El calor y el buen tiempo nos inunda de un deseo de disfrutar del aire libre. En España tenemos la suerte, además, de gozar al día de muchas horas de sol y eso nos hace tener mayor adicción por el exterior. Mantener tu jardín limpio, sano y bonito nos permitirá disfrutar más de él pero ¿y si además lo amueblamos para poder pasar más tiempo en él? Esta es otra de nuestras propuestas para preparar tu jardín para el verano:
adquirir muebles de jardín, poner a punto los que ya teníamos o ampliar, si podemos, la zona disponible.
Es importante que el mobiliario esté diseñado para resistir los rayos ultravioleta pero también el agua, pues nunca sabemos cuando pueden aparecer las tormentas de verano. Los materiales más habituales son PVC, maderas de bambú y teca y metales como el hierro forjado o el aluminio. Si disponen de cojines, asegúrate de que las costuras y cremalleras estén bien selladas.